Anoche fui al concierto de Leonard Cohen y creo que ha sido uno de aquellos momentos para la memoria. A las 9.30 en punto un sombrerito negro remataba una elegante cabeza, ahí estaba él. El escenario estaba cubierto por un tupido cortinaje que cambiaba de color y me recordaba alguna película de David Lynch. “Dance me to the end of love”, abrió el recital, con un sonido extraordinario y al instante caí cautivada por las tres coristas. Cada vez que hacían aquellos bailecitos o cantaban con esas vocecillas, sentía una confusa mezcla de devoción, emoción, admiración y pura envidia. “Hallelujah” la cantó arrodillado y sin sombrero, momento en que pareció estarnos ofreciendo toda su música y poesía, festejándonos a nosotros en su cumpleaños 75 por haber llegado a esta edad cantando y haciendo lo que, sin duda, es su pasión y su vida. Aunque parezca mentira, el concierto duró casi cuatro horas. Mientras yo me ponía y sacaba el abrigo para irme o quedarme, Leonard Cohen parecía rejuvenecer. Desapareció definitivamente detrás de las cortinas saltando como un niño que va por regalos… quizás a eso iba, era su cumple.
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7 comments:
Que increible! hace unos dias, por cosas de la vida, termine leyendo un pequeño articulo que hablaba acerca de los 75 años proximos a cumplir de Leonard Cohen. Lo confieso, hasta ese momento ni idea quien era el. Curiosa me meti a la web y lo primero que escuche y vi fue "Dance Me to the End of Love", y ahi cai rendida. Y segui curoseando , y segui cayendo rendida.
Linda linda tu ilustra sobre el :D! gracias por compartirla!
PALOMITA!!!!!QUE ENVIDIA!!!
Ver en vivo al maestro de maestros!!!
Salud por cohen,jedi de alto rango.
Y salud por el viaje a Grecia también.
Gracias por el reporte.Está precioso.
Increible Como siempre!el rojo del cachete se me hace una huella digital.
Saludos!
Vaya, no sabía que tenías blog!
ha sido un verdadero placer ver tus trabajos.
envidia de concierto...
Nosotros le vimos en Madrid, uno de los mejores conciertos de nuestra vida, sin duda.
Saludos.
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