Tuesday, September 22, 2009

De regreso con Leonard Cohen

Anoche fui al concierto de Leonard Cohen y creo que ha sido uno de aquellos momentos para la memoria. A las 9.30 en punto un sombrerito negro remataba una elegante cabeza, ahí estaba él. El escenario estaba cubierto por un tupido cortinaje que cambiaba de color y me recordaba alguna película de David Lynch. “Dance me to the end of love”, abrió el recital, con un sonido extraordinario y al instante caí cautivada por las tres coristas. Cada vez que hacían aquellos bailecitos o cantaban con esas vocecillas, sentía una confusa mezcla de devoción, emoción, admiración y pura envidia. “Hallelujah” la cantó arrodillado y sin sombrero, momento en que pareció estarnos ofreciendo toda su música y poesía, festejándonos a nosotros en su cumpleaños 75 por haber llegado a esta edad cantando y haciendo lo que, sin duda, es su pasión y su vida. Aunque parezca mentira, el concierto duró casi cuatro horas. Mientras yo me ponía y sacaba el abrigo para irme o quedarme, Leonard Cohen parecía rejuvenecer. Desapareció definitivamente detrás de las cortinas saltando como un niño que va por regalos… quizás a eso iba, era su cumple.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Happy/birthday/Leonard/elpepucul/20090922elpepucul_1/Tes 

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idnoticia_PK=646942&idioma=CAS